Siempre que pensamos en hacernos la manicura pensamos que dando color a nuestras uñas es suficiente. Preguntas como ¿por qué tengo las uñas tan blandas?¿Por qué los esmaltes me duran tan poco? En muchas de las ocasiones la respuesta es muy sencilla, la hidratación y el tratamiento de nuestras cutículas. Para que nuestras uñas crezcan rápido, fuertes, gruesas y sin ser quebradizas debemos cuidar que nuestras cutículas estén saludables. La cutícula es piel, la que protege la parte del contorno de la uña pegada al dedo. Su extremo adquiere el típico color blanquecino porque crea células muertas.
Para cuidar esta parte de nuestra uña es necesario eliminarla suavemente con un palito de naranjo e hidratarla con aceites de cutícula. Una vez apliques este aceite masajea suavemente la zona para que el producto penetre mejor en la piel.
Podemos encontrarnos aceites con distintos métodos de aplicación:
- en forma de esmalte con pincel.
- en forma de gotas.
- en forma de lápiz con una brochita.
Para mi gusto prefiero el último, es el que yo utilizo por su comodidad y fácil aplicación. Lo puedes llevar en el bolso y aplicarlo en cualquier momento.
Si alguna está interesada tengo algunos disponibles.